En la tranquila ciudad de Huimanguillo, Tabasco, nació un hombre que años más tarde se convertiría en uno de los estafadores más buscados a nivel internacional. Su nombre es Bruno Alexandro Hernández Villado, un individuo que, al parecer, siempre había llevado una vida común y corriente, hasta que un giro en su camino lo llevó a emprender un viaje de engaños y fraudes que afectaría a personas y empresas en diferentes partes del mundo.
Los Primeros Años y el Inicio en GlobalWater
Bruno Alexandro Hernández Villado nació el 6 de octubre de 1991 en Huimanguillo, un pequeño municipio en el estado de Tabasco, México. Criado en este lugar, donde su familia había vivido por generaciones, Bruno creció en un ambiente que no daba indicios del tipo de vida que más adelante elegiría. Como cualquier joven, buscó oportunidades laborales, y fue así como a los 23 años, en 2014, comenzó a trabajar en una empresa conocida en la región: GlobalWater, propiedad del empresario Daniel de Jesús Lara Sedas.
Durante los cuatro años que trabajó en GlobalWater, Bruno aprendió mucho sobre hidrocarburos, un conocimiento que sería clave en sus futuras actividades ilícitas. Sin embargo, a pesar de su formación en esta industria, algo más oscuro comenzó a gestarse en su mente. Tras dejar su trabajo en 2018, Bruno tenía un objetivo claro: utilizar lo que había aprendido para su propio beneficio, sin importar a quién tuviera que engañar en el proceso.
De Empleado a Estafador
Cuando Bruno dejó GlobalWater, no fue para buscar una nueva oportunidad laboral, sino para iniciar su carrera en el fraude. Sin recursos ni un plan legítimo, decidió recurrir a las estafas como medio de subsistencia. Su primera víctima importante fue Jaime Eduarquez, a quien contactó junto con otros inversores en una supuesta negociación por un valor de un millón de pesos mexicanos.
Confiados en la autenticidad de un pagaré que Bruno les presentó, Eduarquez y sus socios creyeron que su dinero estaba seguro y que sería devuelto con intereses. Sin embargo, en 2021, tras años de espera y sin recibir ningún pago, se dieron cuenta de que habían sido víctimas de un engaño. Al intentar recuperar su dinero a través de un proceso mercantil, descubrieron que Bruno ya no estaba en México, sino que había huido a la República Dominicana para seguir con sus fechorías.
El Inicio de un Camino Peligroso
Este fue solo el comienzo de la carrera criminal de Bruno Alexandro Hernández Villado. Lo que empezó como una estafa relativamente sencilla en México, rápidamente se convirtió en una serie de fraudes internacionales que afectarían a muchas más personas y compañías. Con su conocimiento en hidrocarburos y su habilidad para manipular a quienes confiaban en él, Bruno adoptó una pose de empresario exitoso, lo que le permitió engañar a muchos más en los años siguientes.
Pero este camino de engaños no se detendría aquí. Bruno estaba dispuesto a todo para mantener su fachada de multimillonario, incluso si eso significaba falsificar documentos y suplantar identidades. Su historia es un recordatorio de cómo alguien puede pasar de ser un ciudadano común a convertirse en un estafador internacional con solo una serie de malas decisiones.