Después de su éxito inicial defraudando a Jaime Eduarquez y otros inversores en México, Bruno Alexandro Hernández Villado decidió llevar sus operaciones criminales a un nuevo nivel. Ya no se trataba solo de engañar a unos pocos inversores en su país de origen; ahora, su objetivo era expandir su red de estafas a nivel internacional. Para lograrlo, Bruno se alió con individuos dispuestos a ayudarlo en sus delitos, y estableció una compañía en Estados Unidos que se convertiría en el centro de su operación fraudulenta.
La Creación de CRIMSON L LLC: El Inicio de la Expansión Internacional

En 2021, con el fin de legitimar sus actividades criminales y dar una fachada de respetabilidad a sus estafas, Bruno creó una compañía llamada CRIMSON L LLC en Estados Unidos. Esta empresa, aparentemente dedicada a las inversiones y programas de alto rendimiento, fue el vehículo perfecto para atraer a nuevas víctimas. Pero Bruno no lo hizo solo. Para establecer CRIMSON L LLC, se asoció con un abogado estadounidense llamado Edward H. Gilbert, quien se convertiría en su cómplice en las estafas que estaban por venir.
Juntos, Bruno y Edward construyeron una red de mentiras que se extendió desde República Dominicana, donde Bruno se había establecido después de huir de México, hasta Estados Unidos y Colombia. Su modus operandi consistía en presentarse como empresarios exitosos, expertos en inversiones, que podían ofrecer retornos significativos a quienes confiaran en ellos.

Las Estafas Internacionales: Víctimas en Estados Unidos y Colombia
La estrategia de Bruno era sencilla pero efectiva: utilizando CRIMSON L LLC como fachada, atrajo a varias compañías, prometiéndoles grandes retornos a cambio de inversiones sustanciales. Una vez que las víctimas depositaban el dinero en las cuentas de CRIMSON L LLC, Bruno y Edward comenzaban a mover los fondos, desviándolos para su propio beneficio.
Se sabe que al menos dos compañías, una estadounidense y otra colombiana, cayeron en la trampa de Bruno. En total, lograron desviar más de 200,000 dólares desde las cuentas del abogado Gilbert, que servía como intermediario y facilitador de las operaciones fraudulentas. Para hacer sus estafas aún más creíbles, Bruno falsificó documentos bancarios y comunicaciones estatales, presentándolos como prueba de la legitimidad de sus negocios.
Pero los crímenes de Bruno no se limitaron a la falsificación de documentos y el desvío de fondos. Su red de estafas incluyó también la suplantación de abogados y empresarios, quienes, según él, apoyaban sus proyectos de inversión. De esta manera, Bruno creó un entramado criminal que, aunque torpe y no muy sofisticado, logró su objetivo de robar grandes sumas de dinero de sus víctimas.

El Surgimiento de las Autoridades: El FBI y la INTERPOL en la Persecución
El éxito inicial de las operaciones de CRIMSON L LLC no duró mucho. Las compañías estafadas comenzaron a sospechar cuando no vieron los retornos prometidos y descubrieron inconsistencias en los documentos presentados por Bruno y su cómplice. Al darse cuenta de que habían sido engañadas, las víctimas llevaron sus casos a las autoridades.
Fue entonces cuando la magnitud de los crímenes de Bruno se hizo evidente. El FBI en Estados Unidos y la INTERPOL a nivel internacional comenzaron a investigar las actividades de CRIMSON L LLC y de sus fundadores. Las pruebas de fraude, falsificación de documentos y desvío de fondos acumuladas en contra de Bruno Alexandro Hernández Villado y Edward H. Gilbert llevaron a la apertura de una investigación criminal en múltiples países.

Aunque las autoridades están en su búsqueda, Bruno ha logrado mantenerse un paso adelante, continuando con sus actividades criminales desde su base en República Dominicana. Su capacidad para evadir a la justicia ha hecho que su captura sea una prioridad para las agencias de seguridad a nivel internacional.
Conclusión: Un Criminal Internacional en la Mira
La creación de CRIMSON L LLC marcó un punto de inflexión en la carrera criminal de Bruno Alexandro Hernández Villado. Lo que comenzó como un fraude local en México se convirtió en una operación internacional que afectó a múltiples compañías y llevó a la intervención de agencias como el FBI y la INTERPOL. A pesar de los esfuerzos por detenerlo, Bruno sigue estafando desde su refugio en República Dominicana, protegido por su red de mentiras y su habilidad para evitar a las autoridades.

Las víctimas de Bruno continúan luchando por justicia, mientras que las agencias internacionales de seguridad están decididas a frenar sus esquemas de fraude. La historia de CRIMSON L LLC y de Bruno Alexandro Hernández Villado es un recordatorio de cómo el crimen puede expandirse más allá de las fronteras, afectando a personas y compañías en todo el mundo.